"Hiciste de mi rutina una aventura..."

"Hiciste de mi rutina una aventura..."
"Hiciste de mi rutina una aventura, provocaste en mí el desorden y la duda..."

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miércoles, 16 de marzo de 2016

Capítulo 42: "Nunca me vas a perder"


-Malú... –Dijo Vane, con voz temblorosa llena de dudas, pero tenía que decírselo a su amada-
-Sí, mi vida? –Dice la madrileña, dirigiendo sus ojazos marrones hacia ella, mientras acariciaba su pecho-
-Quieres... –Dijo Vane, mirándola seria, estaba muerta de miedo, se notaba en su mirada- Quieres formar una familia conmigo? –Preguntó y Malú, detuvo sus caricias en su pecho y se le dilató las pupilas al escuchar esa pregunta...-
-Eeeh, estás diciéndome... Que... –Suelta Malú, bajito y haciendo ruidos extraños con su garganta carraspera, como cuando hace sus falsetes, xD-

Narra Malú
No me esperaba esto. Pero es que sería una gran responsabilidad. Y creo que con 4 perras y un gato es demasiado ya. Ella me mira asustada esperando una respuesta y yo no coordino palabra...

-Me... quieres decir que adoptemos un perro juntas? –Dije seria y ella frunció el ceño-

·        Ay dios... Creo que ya entramos en la etapa en que las dos comienzan a no entenderse xD... Y eso que se suelen “entender”, en todos los sentidos (nunca mejor dicho)...

-No cariño, te hablo de hijos... –Soltó mi Vane, acariciando mi mejilla y sonriendo- Te hablo de un futuro juntas. De una casa en la playa, de nuestros perros allí, de... –Veo como pierde sus ojos en mí y sonríe- De tener una hija juntas... Te apetece lo mismo, Malú? Porque yo quiero eso contigo y lo tengo bien claro, sabes?

Ay dios! El corazón se me quiere salir del pecho con cada palabra que me dice. Formar una familia?... En algún momento hablamos de ello pero no fue asi, de esta manera. Solo fue un deseo que expresamos. Pero... por ella siento cosas que no sentí antes por nadie. Y también siento que es la mujer indicada en mi vida para dar ese paso... Pero me da miedo solo pensarlo. Aparte... No me siento lista aún para dar ese paso. Como hago para decírselo sin que lo tome a mal? La miré, sonreí y suspiré...

-Cariño... –Dije mirándola a los ojos- Es precioso todo lo que me dices. Y sabes que siento lo mismo que tu. –Dije mirando su clavícula y haciendo círculos con mis dedos, allí- Pero creo que no es el momento aún... –Solté casi bajito, ante su mirada insistente-
-No estoy diciendo que lo hagamos ahora. Pero cuando termine mi gira de Cuestión de Piel, tú ya estarás libre de ocupaciones y ahí podremos proyectarlo juntas, no crees? –Suelta levantando mi mentón, para que le mirara a sus ojos-

La veo muy decidida en sus palabras. Y creo que leyó en mi mirada, mi miedo.

-Qué sucede? Acaso no quieres...? –Dijo confusa, sin terminar la pregunta-

Bajé la mirada. Me incorporé en la cama, hasta sentarme y...

-No es que no quiera cariño. –Dije mientras me tapaba con la sábana- Solo que... –Dije mirando mis manos, estaba nerviosa no quería que se lo tomara a mal- ... A ver... –Dije bufando-

Veo que ella se incorpora en la cama también, para prestarme atención.

-No quiero que te lo tomes a mal, vale? –Dije mirándola y acariciando su rostro- Pero no me siento... preparada aún para ser madre. –Dije en tono bajito, bajando mi mirada- Claro que quiero un futuro contigo –Dije volviendo mi mirada a sus ojazos bellos- 
Pero... entiéndeme que aún no estoy lista... –Dije apenada, porque la amo. Porque sabía que esto en el fondo significaba un golpe para ella-

Tenía demasiada ilusión en sus palabras, y por más que he buscado la forma más leve de decírselo, sé que esto no le sentará bien. Ella solo me mira, no me dice nada y eso me inquieta demasiado.

-Te entiendo. –Suelta bajando su mirada, luego mirando al hogar de la habitación-
-Perdona... yo... –Dije ante su reacción, jugando a sacar y volver a ponerme el anillo de mi dedo anular-

Me miró, se acomodó un poco su melena y soltó...

-Está bien cariño. No quise apresurarte, Malú. –Dijo suave, acariciando mi mano, y esbozando una mueca- Vamos a dormir, que mañana es nuestro último día aquí –Dice acariciándome la mejilla y dándome un beso-
-Vale cariño –Dije mientras veía como se acomodaba en su sitio y me daba la espalda- Que descanses bien –Dije suave en su oído, mientras la abrazaba y apoyaba mi cabeza en su espalda-

Narra Vane
 Apoyo mi cabeza en la almohada y cierro mis ojos, aprieto con mi mano la almohada... Ella reposa su cabeza en mi espalda, siento como el aire de su respiración cubre mis dudas. Dudas que me invadieron al ver su miedo ante mi pregunta. No esta preparada... Tampoco me considero estar preparada para ser madre. Pero acaso, hay que sentirse realmente preparado para dar ese paso?; será acaso un impulso mío esto?; o será que ella...? No, no quiero pensar más.

·        Y al día siguiente, se despertaron y decidieron terminar su relación. Noo, como creen? Jajaja fliparon, no? xD. Al día siguiente, despiertan al mismo tiempo...



Narra Malú
Siento dolorido mi brazo, abro mis ojos y noto que tenía mi brazo debajo de la espalda de Vane. Intento quitarlo de allí suavemente pero fue en vano porque la desperté. Y las dos nos quedamos mirando, sonrío y ella hace lo mismo.

-Buenos días mi malagueña! –Dije sonriendo dejándole un beso suave en sus labios-
-Buenos días mi niña –Dice con voz de dormida, sonriente- Disculpa por lo de tu brazo –Dice mientras se refriega los ojos y bosteza-
-Tranquila no me duele para nada –Mentí esbozando una sonrisa- Que hacemos hoy? –Dije con entusiasmo, abrazándola y trayéndola hacia a mi-
-Pues... –Soltó sorprendida ante mi accionar. Sonrió- Vayamos al sitio que más te guste, quieres? –Dijo acariciando mi espalda-
-Me parece genial gorda... –Dije sonriendo y la besé unos segundos, pero ella me detuvo-
-Gorda, vamos a desayunar que tenemos horas que ganar, vale? –Dijo con una sonrisa, asentí con mi cabeza y se levanto de la cama- Me voy a duchar, si quieres puedes ir pidiendo el desayuno... –Suelta sonriendo y se va-
-Vale... –Solté estirándome un poco, para quitarme la pereza-

Me quedé unos segundos,  en la cama, contemplando cómo se dirigía a la puerta del baño. 
Miré a mi derecha y descuelgo el teléfono para pedir el desayuno a la habitación. Una vez realizado ese accionar me levanto y me coloco una camiseta larga. A los minutos pican la puerta, mientras encendía mi móvil y veía ingresar 200 mensajes, 300 was de Pili, 50 llamadas perdidas de Rosa y de mi madre... Vaya, esperan a que me vaya de Madrid para acordarse todos de mi. Recibo el desayuno y lo coloco en la terraza, con vista directa al hermoso paisaje que nos brinda Sevilla en esta bella mañana.



Narra Vane
Salgo de la ducha y la veo en la terraza. Afirmada en la baranda, mirando sonriente su móvil. Quién será que le escribió? Me até bien la bata y me acerco por detrás.

-Se puede saber quién te provoca esa sonrisa, cariño? –Dije en su oído, ella se inquieta, ante mi abrazo-
-Si... –Dice entre risas- Alejandro –Dice enseñándome el mensaje que le envió de “buenos días”-

Cogí el móvil y leí el mensaje. Ella se da la vuelta quedando frente mío y me observa expectante sin decir nada.

-Que mono que es Ale –Dije entre risas, entregándole el móvil- Tienes otros mensajes –Dije muriéndome de la incertidumbre por leerlos-
-Léelos tu –Dijo mirándome fijo y jugando con el nudo de mi bata-

Me desconcertó su respuesta y su forma de observarme. Qué pretende?

-Que... Que los lea yo? –Dije un poco nerviosa, es como si hubiese leído en mi mirada, un poco mi desconfianza-
-Sí. –Dice seria, levantando sus cejas- Lee todo lo que quieras, me voy a duchar rápido asi desayunamos cariño –Dijo dándome un beso en la mejilla y se fue al baño-

Me senté en la mesa a su espera, en el balcón. Y leí los mensajes que tenía en su móvil. Gran parte eran de su amiga Vero, Yaiza, Sergio Ramos, Rubén, Melen, Ale, Pili, uno que otro de Pablete... De su madre y su hermano. Que me está pasando? Ayer estaba completamente segura que Malú me ama, y hoy tengo dudas solo por ver qué se sonríe ante un mensaje? No me estoy entendiendo. Aunque luego de la confesión que le hice anoche de dar el siguiente paso, me despertó dudas de lo que ella quiere.

-VANE! –Dice de un grito y os juro que casi me arrojé del balcón del susto-
-Malú la madre que te pario –Dije soltando la factura en el plato, y con mi mano en el pecho- Por qué gritas? –Dije con mis ojos como platos-
-Te estás comiendo mi parte de los tostados! –Dice molesta, mientras se acomoda el cabello al costado-

Hostia, recién veo que entre tanto que leí sus miles de mensajes me entretuve comiendo hasta sus tostados. Ella me mira con furia, desde su sitio. Toma asiento. Y yo siento unas tremendas ganas de reír a carcajadas.

-No me di cuenta... –Intenté decir con seriedad pero me interrumpe-
-Te comiste mi parte, cariño mío –Dijo muy seria, perdiendo su mirada en el paisaje, y no pude aguantarlo más-

Reí a carcajadas ante su cara. Y ella me odió mucho más, pero es que Malú cuando se enoja por cosas tan simples, es tan graciosa. Toma rápido su café y se levanta de la mesa y la sigo.

-Cariño ya –Dije abrazándola y dándole un beso en la mejilla-
-No, cariño –Dijo haciéndome la cobra- Tu estas muy acostumbrada a no pedir “perdón” y  luego a hacer cualquier cosa tierna, para que te perdone todo, no? –Dijo abriendo sus ojos y liberándose de mis abrazos-
-De qué hablas? –Dije sonriendo y no entendiendo a qué apuntaba- Malú lo siento, vale? No me di cuenta, estaba leyendo tus mensajes... –Se me escapó, porque ella habrá pensado que no leí su móvil-
-Vane eran 10 tostados! –Dijo muy seria- Y encima has leído mis mensajes? –Dice levantando su tono de voz-
-A ver...  Pero tú me dijiste... –Intenté excusarme, rascándome la cabeza-
-Sí, te lo dije, no pensé que lo hicieras. –Dijo con sus ojos como plato y sus cejas levantadas- Pero lo que más me dolió fue lo de mis tostados –Dijo intentando darse la vuelta-

No la dejé, la tomé del brazo y la giré hacia a mí. Y la callé de un beso. Un beso que me lo correspondió.

-No seas boba... –Dije separándome unos escasos centímetros- Ahora lo he mejorado? Me perdonas? –Dije sonriendo, y ella sonríe inevitablemente-

Narra Malú
Era hora que toque narrar, eh? Vane, siempre me hace lo mismo. Me hace enojar con sus actos tan de no caballerosidad que tiene, a veces, y luego no me pide “perdón”. Solo recurre a sus impulsos y ya, con eso lo arregla todo, porque sabe que me puede. Esta situación de hoy me recuerda tanto a...

·        En julio del 2011...

Hacía pleno verano. Mientras mi Vane estaba trabajando en su disco, mi vida estaba a pura adrenalina sobre los escenarios. El 6 de junio había vivido un concierto increíble en Valencia, tanto me he divertido y la he pasado bien que mi hermano pensó por un instante que me había fumado otra cosa y no un cigarro de los que acostumbro, por mi efusividad. Pero no fue así, solo que en mis conciertos saco ese lado efusivo de mi que todos ya sabéis. En fin, días después llego a mi hogar, dulce hogar. Y qué es lo que espero? Aparte del recibimiento de mi zoo, espero que mi novia recuerde que estoy en Madrid y venga a mi encuentro, no? Lo normal. Pero nada de eso sucedió. Marqué al móvil de ella varias veces y no atendió. Le dejé un was avisándole de mi llegada, si quería venir a eso de las 19 pm, así íbamos a cenar a lo de Pili, y nunca vió el puñetero was. Todo el día no tenía señales de vida de mi novia. Vale... no me voy a seguir preocupando más. Dormí una siesta abrazada con Chanelo. Luego mi hermano llegó a perturbar mi tarde, salimos juntos a hacer unas compras. Luego regresé a casa sobre las 19:30 pm, y hacía calor... Me apetecía demasiado nadar muy a gustito en mi piscina. Encerré al zoo, excepto a Danka, puse mi ipod de fondo, heavy metal de los 80. Y me serví una copa de vino. Ingreso a mi piscina y me relajo unos instantes y luego me quité la furia que sentía, porque Vane no se había acordado de mí, nadando. Nadé 30 minutos como si estuviese practicando para los juegos olímpicos. Una vez que me acerqué a la esquina de mi piscina cogí la copa, hice un sorbo y siento que se abre la puerta, era ella.

-Hola cariño! –Dice mientras cierra la puerta de la cocina, para que no salgan Rumba y Lola-

Salgo de mi piscina, con mi copa en la mano vacía y me dirijo hasta donde ella, con mi semblante serio.

-No tienes ni idea de lo que te he extrañado en estas dos semanas –Dice acortando distancia para besarme-

Le hago la cobra y se sorprende.

-Ah sí? –Dije irónicamente- Pues no parece. –Dije seca, mirándola fijo-
-No digas chorradas, cariño –Dice besándome sorpresivamente, y acercándome a su cuerpo, con sus manos en mi espalda- Por cierto... –Suelta de cerquita- Hiciste la cena? Muero de hambre... –La interrumpo-
-Vanesa. No me has respondido ni a mensajes ni a llamadas en todo el día. Llegas aquí como si nada, sin pedirme una disculpa, y encima me pides que te haga la cena? –Dije en pose de jarra y frunciendo el ceño-

Ella solo me miraba sorprendida. Pero sus ojos y su cabeza no estaban prestando atención a mis palabras, sino a mi cuerpo.

-Ya gorda, estuve trabajando, lo sabes... –Dice intentando convencerme, esquivo su mirada, y ella intenta abrazarme nuevamente- Ven –Dijo abrazándome bruscamente y besando mi cuello- No sabes el hambre que tengo de ti cariño –Suelta entre suspiros en mi cuello y la distancié abruptamente de mi- Malú qué sucede? –Dice frunciendo el ceño-
-Qué te sucede a ti? Qué últimamente que discutimos quieres solucionarlo todo en la cama? –Dije enojada, ingresando a la cocina y envolviéndome con una toalla-
-Sabías que vendría, y que si demoraría seria por el trabajo, sabes como es mi trabajo... –La interrumpo-
-Lo sé muy bien. Trabajamos en lo mismo. Pero hay una diferencia, respeto mis horarios y más cuando se trata de estar contigo. Y si veo que no voy a llegar a tiempo o algo te aviso al móvil. No te dejo en ascuas como lo hiciste conmigo todo el día. –Dije y ella me tomó del brazo otra vez, y me afirmó contra la mesada-
-Qué tengo que hacer para que perdones mi torpeza? –Dice de cerquita y sus ojos me pueden, pero no puede ser que siempre sea así. Que me termine convenciendo, cuando yo no suelo ser así- Dime, anda... –Dice dejándome besos en mi mejilla, hasta llegar a mi oído y susurrarme- No me la hagas difícil por favor, que he tenido unas semanas complicadas sin poder verte... –Suelta mientras me susurra al oído y me quita por completo la toalla lentamente- Sin poder tocarte...

No, no puedo dejarle pasar esto, aunque me muera de ganas porque continúe. Veo que su mano va directa en quitarme el sostén del bikini y la detengo.

-Estoy cansada cariño. –Dije mirándola a los ojos y ella frunció el ceño porque la detuve- Me voy a dormir. –Dije sin más-

Y la dejé en mi cocina. Al rato sentí el portazo que dió y se fue a su casa.

Vaya recuerdo se me coló, al vernos así. En fin, la perdoné, nos alistamos y salimos a recorrer por última vez Sevilla.

Narra Vane
Dimos un bonito paseo por su plaza preferida. 



Vi como se adelantaba como esas niñas peques a tomarles fotos a los patos que nadaban en la laguna. Y vi como le pidió a un niño peque, que estaba allí, un poco de lo que le arrojaba así coman. Luego de verla tan entretenida con los patos y hablándoles como si éstos le fueran a responder. Me acerco a una señora que vendía alimento para las aves, y le compro una pequeña bolsita. Me acerco a Malú y se la entrego.

-Ay gracias gorda –Dice quitándome la bolsita- Tengo un hambre que flipas, pff –Dice abriendo la bolsa-
-Pero no es comida para ti gorda –Dije entre risas- Es para las aves
-Que tonta –Dice sonriendo- Creí que me habías comprado algo para mí –Dice haciendo morritos-
-Te salvas que hay gente a nuestro alrededor sino... –Me interrumpe-
-Si no que? –Suelta lanzándome una mirada con picardía y sonriendo-
-Si no te comía a besos aquí y ahora... –Dije sonriendo-

Reímos y seguimos adentrándonos al parque, no penséis mal. 



Y mientras ella alimentaba a todas las palomas y aves del sitio, 


me senté en un banco y saqué de mi bolso mi cuaderno con un boli, me apetecía demasiado escribir. Pero esta vez no tenía forma de canción, era un escrito simple, sencillo, pero muy sentido. Luego de unos minutos...

-Cariño qué haces? –Suelta mi chica, tomando asiento a mi lado-
-Pues aquí... –Dije concentrada en releer- Escribiendo... –Dije algo distraída-
-Es una canción? Me la enseñas? –Dijo con curiosidad-

La miré. La vi con sus mejillas rosadas por el frío, y su mirada con ese brillo que la hacía tan radiante ante mis ojos que eran esclavos de los suyos. Asenté con mi cabeza y ella se acercó un poco para leer lo que había escrito pero...

-Quiero que me lo leas tu –Dijo expectante, mientras apoyaba su mano en mi pierna-
-Vale... –Dije dirigiendo mi mirada al cuaderno- Se llama “No temas” -Dije y ella estaba muy atenta a todo lo que decía- Y dice así...
“No temas, yo tampoco conozco besos de regreso sin pudor, ni adiós sin dudas, ni se de huesos que no crujan tras la tormenta, no se tampoco si hay ojos que no se sequen después de ver demasiado. No temas, yo tampoco conozco olvido que no sane, ni belleza sin deseo. Quédate descalzo en una orilla cualquiera, mézclate con lo que se te agarre dentro y olvida a los templarios sabedores del cáliz. Ama sin cuerdas ni dictaduras, llénate de aprietos el alma, empápate del mundo y, cuando llegue el punto final, tendrá más sentido que nunca.”

-Y lo dejé ahí nomás –Intenté decir y Malú se me abalanzó abrazándome fuerte y casi me hizo comer el libro-
-Qué hermoso Vane –Dijo con su voz entrecortada, no sé si por el frio o porque estaba llorando, no pude diferenciarlo bien-
-Tranquila cariño, que sucede? –Dije algo preocupada, respondiendo a su abrazo efusivo-

Era un atardecer de invierno. La gente de a poco fue desvaneciéndose a nuestro alrededor. Ella se separa un poco de mi. Y noto sus ojos cristalinos, había llorado.

-Qué hermoso lo que has escrito Vane –Dice limpiándose un moquillo con su mano y me provoca ternura-
-Lo escribí... Pensando en nosotras. –Dije sin más, sonriendo y acariciando sus mejillas ruborizadas, ante mis palabras-

Ella sonríe. Y así veo Sevilla, fundiéndose en un hermoso atardecer de noviembre, que me regala no solo este bonito paisaje, sino que también se lo regala a mi chica. 



Nos dirigimos al hotel, era nuestra última noche en Sevilla, íbamos a cenar en el restó del hotel. Me termino de vestir y decido bajar al restó antes, porque si yo me tardo media hora en elegir que me voy a poner, imagínense Malú. Teníamos una parte del restó reservada solo para nosotras, estaba respondiendo a un was de Ana, cuando levanto mi mirada de repente y la veo envuelta en un vestido rojo, corto, irregular, y unos taconazos negros.

-Que tal estoy gorda? –Suelta dando una vuelta en sí misma y alcanzó a distinguir que este vestido era a espalda descubierta-
-Estas... –Solté a decir y se me cayó al suelo el móvil ante mi embobamiento- Hermosa gorda –Dije acercándome y robándole un beso-

Narra Malú
Creo que le ha gustado lo que traigo puesto por su accionar. Comenzamos la cena muy a gustito, en este sector privado solo para nosotras. Y ella esta deslumbrante. Con un tejano negro, pitillo, que marcan muy bien su figura. Y una camisa blanca, con los primeros botones semi prendidos, que cada vez que se mueve, se abre un poco asomando ese par de atributos que me enloquecen.

-Gorda... He estado pensando en... –Dije jugando con el tenedor sobre el plato-
-En que cariño? –Pregunta expectante mi Vane, mientras le da un bocado a la pasta-
-En... lo que me has dicho anoche. –Dije sin más, mirándola fijamente-
-Tranquila –Suelta, haciendo un gesto con su mano, para restar importancia- Olvídalo cari... –La interrumpí-
-Quiero formar una familia contigo. –Dije sin titubeos. Ella dejo de masticar y abrió sus ojos como plato. Trague saliva, miré mi copa y luego volví la mirada hacia ella- Cuando termine esta gira de Guerra Fría, tú estarás presentando Cuestión de Piel, vale? –Dije levantando mis cejas, y ella asiente con su cabeza- Yo... lanzaré una reedición Intima Guerra Fría, y con eso estaré girando hasta que tú termines de desocuparte de Cuestión de Piel. Creo que en ese determinado momento, podremos planearlo bien todo –Dije sonriendo muerta de miedo y tomando de su mano-

Ella me miraba sin entender lo que acababa de decir. A pesar del temor que tengo, el texto que escribió me hizo entrar en razón. Con ella he arriesgado demasiado, la he llevado en mis giras, la he presentado primero ante mi público, luego ante mi familia. Me dirige su mirada, y mis piernas tiemblan. Ha logrado derribar el mecanismo de defensa que hacía tiempo nadie lo hacía. Y me da vértigo pensar que puedo perderla por una gilipollez mía, por alguna tontería que pueda llegar a cometer. Porque soy de ahí para cagarla, a veces. Y anoche sentí miedo, miedo de que esto provoque una ruptura entre sus ideales y los míos. Por eso sentí la necesidad de confesarle que también quiero lo mismo, pero necesito un poco de tiempo para asentar mis bases. Porque desde que estoy con ella me siento más en el aire que en la tierra.

·        Y a los que Malú ha dejado sin aire fue nada más y nada menos que a todos los que la vimos en los Dial de Tenerife...



·        Que por cierto... El pasado 15 celebró su cumpleaños número 34! Ya me gustaría llegar a esa edad así, eh? xD
·        En fin como decía, la niña mimada pasó su cumpleaños trabajando, si, se despertó muy tempranito 7:50 y agradeció a sus fans y luego compartió esta foto! Miren la tarta de Malú! A que más de una ya quisiera comérsela, no?


-Oye!!! –Suelta Malú arrojándole el móvil a la narradora-

·        Ya a la tarta, me refiero, no penséis mal. Pero paralelamente a eso... La otra hermosura de nuestra protagonista anda otra vez utilizando demasiado su muñeca... firmando autógrafos, aclaro para disipar dudas. Si, un océano (nunca mejor dicho) de mujeres hacían cola en el corte ingles para tener una firma de la malagueña Vane, que hizo la presentación de su libro, exponiendo sus escritos, como suele llamarle modestamente. Pero para sorpresa (o no) de muchos, con la compañía de sus amigos: Inma, Alex (que potente que esta por cierto) y Silvia. Pero antes de la tan ansiada y espera de la publicación de este libro... 
      

·        He ahí pueden notar la diferencia, no? Mientras una está con el libro en la mano, la otra está con la tarta en la mano xD. Hablando de manos, la prensa sorprendió a Vane con las manos en el móvil (xD) paseando “sospechosamente” junto a la grata compañía de Inma, su “amiga”. Mientras su amiga paseaba a sus perros, le tomaba fotos, Vane cual trajeado de oficina pegada a su móvil, hablando vaya a saber con quién y de que, en su mundo en el aire. xD. Ante esos rumores incesantes todos se temieron lo siguiente “Vane e Inma están viviendo juntas”...  Pues no es lo que dijo exactamente Vane, eh? Que negó rotundamente que vivieran juntas, argumentando que solo son buenas amigas y vecinas. Y que solo salieron a pasear las perras. 
·        Pero verdad, porque tenemos que pensar o suponer (de cotillos que somos) que están viviendo juntas solo porque salen del mismo edificio? Vane debe de decir la verdad (ni yo me creo lo que estoy escribiendo) quizás solo sean muy buenas amigas (con derechos) y vecinas de edificio y ya. Cada tanto Vane debe ir a pedirle un poco de azúcar, como suelen hacer los vecinos cuando tienen alguna falta de algo, o a lo mejor le pide un par de bollos de pan, para el desayuno (XD). O un par de melones para alguna comida agridulce...xD No hay que pensar mal. Yo en ese caso defiendo mucho a las protagonistas de mi novela...

-Pues la verdad? Si así me defiendes, preferiría que no lo siguieras haciendo, eh? –Suelta Vane, frunciendo el ceño, a la narradora-

·        Vale pasemos a algo que fue el tortazo, digo bombazo del día de ayer!... Sí, el videazo sorpresa que le hicieron a Malú en sus cumpleaños, donde sinceramente, fue tan bonito y tan cuidadosamente hecho, contando no solo con la participación de la mayoría de sus fans, sino también contando con el saludo de varios famosos, como ya lo han visto una y otra vez, y contando con un final... (carita perver del was) Sorpresivo... Sí, muy sorpresivo para Vane, que la agarraron esta vez no con las manos en el móvil, sino en el libro, y no le dieron tiempo ni a pensar, ni a retocarse el make up, o si quiera disimular lo forzaba y nerviosa que estaba, xD.  Y la capulla soltó su felicitación...

Amiga mía, estoy aquí firmando –Suelta volteando a presentar el cartel de Mujer Océano a su izquierda. Vuelve la vista al frente- mi libro “Mujer Océano”. Y te mando muchísimas felicidades, aunque te lo diré de todas maneras –Sonríe- Y que te quiero –Abre sus brazos- Y que siga todo así de bien –Sonríe- Y... Te mando un besazo –Quita la mirada de la cámara y señala al público- Y acá están tus niñas pidiéndome que te diga cosas. –Sonríe- Chau –Y saluda a la cámara, bajando lentamente la mirada acompañada de una sonrisa, sospechosa-

·        Todo muy bonito pero... Había necesidad de pasar publicidad del libro? Digo ya demasiado dedicas las redes sociales para eso hija mía...xD

-Es que estaba firmando cuando se dio lo del saludo –Suelta Vane excusándose, entre risas, a la narradora-

·        En fin... Volviendo al gustoso capítulo de hoy...

Narra Vane
Es bonito saber que ella quiere lo mismo. Pero... Me estoy dando cuenta que todo es tal cual ella lo dijo desde un principio. Lo nuestro lo sabrán nuestras familias y amigos, de eso no pasará. Y con todo lo que me está diciendo me está dando a entender que quiere dar un paso importante conmigo, sin embargo quiere más tiempo. Y voy a respetárselo, pero tengo miedo de lo que pueda ocurrir en ese lapso de tiempo. Las dos estaremos girando, y de tanto que lo haremos pareceremos un carrusel, no quisiera marearme. La amo demasiado, no quisiera perderla en este tiempo, por eso siento la necesidad de tenerlo todo con ella, para sentirme plenamente segura, para sentir que nunca saldrá de mi mundo.

-Y entonces cuando caí del caballo aquella vez, José pensó que me había quebrado la pierna –Dijo abriendo sus ojos como plato, quitándome de mi pensamiento-
-Y fue así? –Dije seria, ante su anécdota-
-Hasta yo creí que me había quebrado el peroné, pero no –Dijo riendo en mi cara y yo quedé como el emoticono de la gota, del was-
-Gorda –Dije sonriendo- Que suerte que no te has dedicado a contar chistes, porque... –Solté seguida de una carcajada-
-Es que no sabía qué decirte para sacarte de tu nube de pensamientos –Dijo sonriendo, tomando mi mano-

Sujete su mano con fuerza y solté.

-Malú, no quiero perderte –Solté sin más, mirándola a sus hermosos ojos-
-Gorda no digas eso –Dijo con su semblante preocupado- Tranquila, nunca me vas a perder, porque yo tampoco quiero perderte, vale? –Dijo apretando más mi mano-

Que me diga esas palabras me dio tranquilidad. Nos levantamos de la mesa y fuimos al ascensor. Fuimos a nuestra habitación y nos llevaron el postre a la habitación. A Malú se le antojaba comer helado de cereza. Fuimos al balcón a ver la hermosa noche que nos despedía en Sevilla. Me afirmo en la baranda y ella me abraza por la espalda y apoya su mentón en mi hombro derecho, y suspira.

-Es una pena que haya llegado a su fin este maravilloso fin de semana, gorda –Dice apenada- La has pasado bien? –Suelta curiosa-
-Si cariño, contigo la pasó bien siempre –Dije mirándola de re ojo, y acariciando su cabeza con mi mano derecha-
-Recuerda que tenemos pendiente el viaje a Tarifa juntas –Dice besando mi mejilla-
-Sí, y lo haremos, ni bien tengas un hueco en tu agenda, vale? –Dije sonriendo- Gorda, no me apretujes tanto, que no respiro –Dije riendo-
-Eres exagerada señorita Martín, eh? –Dice susurrándome al oido-
-Malú, no me digas así –Dije entre risas- Sabes que no me gusta que me llamen así –Dije abrazándola, viendo que se coloca bien a mi lado y se afirma en la baranda del balcón, al igual que yo-
-Vale, gorda. –Suelta sonriendo- Míra! –Dice mirando al cielo-
-Qué? –Dije incrédula con mi vista a todas partes-
-Es un avión o un satélite... o un ovni? –Dijo haciendo gestos con su cara-
-Ah de ser un ovni –Dije soltando una carcajada, y ella me quedo observando-
-Cómo te gusta vacilarme, no? –Dijo dándome una palmada en el hombro. Y note como se le erizaba la piel ante la brisa fresca que nos proporcionaba la noche-

Como tenía una chaqueta de cuero, me la quite y se la puse sobre sus hombros, ella me regalo la mejor de las sonrisas.

-Gracias gorda! –Soltó sonriendo y acurrucándose ante mi abrazo-

Y así contemplamos el cielo estrellado que cubría a Sevilla que nos arropo en este  fin de semana de noviembre, que me regaló Malú.