Narra Vane
Decidimos
ingresar a la casa porque hacía frío fuera. Y le dije a mi chica que viera en
la nevera que le había comprado dos kilos de helado, para ella. Decido
recostarme en la cama con el portátil, iba a ver los capítulos de Águila Roja,
en cama. Mientras ella, estaba en el salón, hablaba por teléfono con su madre y
con el pote de helado que le compré, en su otra mano. Alcancé ver dos capítulos
como así. Hasta que ella irrumpió en mi habitación.
Ingresa, y
yo estaba con mis gafas de leer, para descansar mi vista. Se había puesto el
pijama, no sé en qué momento, pero llevaba uno de verano, cuando estamos en
invierno. Si, bendita la calefacción de mi casa. Se hace la distraída, me da la
espalda, y estaba frente a la cama, apagando su móvil y quitándose los anillos,
dejándolos en la mesa. Luego dirige su atención a la radio que tenía en esa
misma mesa, la enciende y busca una emisora al azar. Ella cree que no la estoy
observando, sonrío, algo trama. Se convence en dejar una emisora.
Narra Malú
Encontré en
la emisora una canción que tanto le gusta a mi chica. “American Woman”, de
Lenny Kravitz. Me gusta, me apetece bailar. Me muevo despacio, no como
acostumbran a verme sobre el escenario. Comienzo a mover mis caderas, suave,
aunque esté de espaldas, sé que llamé su atención...
-Gorda...
-Suelta- Está un poco fuerte el volumen... –Dijo y yo no le hice caso-
Decido
girar, la veo sentada en la cama, apoyada en el cabecero y con el portátil en
sus piernas. Sigo bailando en mi sitio, su mirada cambió, tiene una sonrisa
pintada en la cara al verme bailar. Me voy acercando lentamente a un pie de
micro que tenía al lateral, y comienzo a contornear mi cuerpo de a poco, ella no deja
de mirarme. Y no conforme con eso, decido hacer amague con que me voy a quitar
la remera, pero no lo hago. Ella se impacienta y me hace seña con su dedo
índice a que me dirija a la cama. Obedezco y aun asi continúo mis movimientos
de baile y ella decide acercarse al borde de la cama...
-No puedes
dejarme ver una serie tranquila, no? –Suelta de cerquita en mi oído-
Solo sonrío
y me dejo llevar. Me besa con pasión, la sigo, me toma de la cintura y mis
manos van a su cara inevitablemente.
Narra Vane
Caigo
rendida ante su encanto. Mis manos se pierden en la curva de su cintura y me lanzo
hacia su abismo, sin más.
- Disculpen si querían leer un poco más en detalle el momento íntimo, pero a pedido de las protagonistas, no lo haré en esta ocasión solamente xD. Al día siguiente...
Narra Malú
Despierto y
me estiro, y mi mano choca con algo húmedo, abro mis ojos como platos, había
sido el hocico de Ponguito. Sonrío y él se estiraba más que yo en la cama. Mi
chica se había levantado. Le hago un poco de caricias a Ponguito porque aún no
me apetecía levantarme de la cama.
Narra Vane
Desperté y
mientras desayunaba me instalé en el salón con el portátil para continuar
viendo los capítulos de Águila Roja. Pero antes, cotilleo un poco el twitter. Y decido publicar algo...
- Como la entretienen a la malagueña que la hacen olvidar hasta de los capis de su serie favorita, eh? xD, sigamos con la novela...
Luego de una
hora casi, siento los tacones de mi chica.
-Despertaste
cariño! –Dije sonriente viendo como venía hacia a mí, dejando su bolso sobre la
mesa-
-Si gorda,
desde hace una hora que estoy despierta, pero estaba con nuestro hijo Pongo,
tapaditos con el edredón –Dice robándome un beso y poniendo distancia-
-Gorda, hay
café en la cafetera... –Dije viendo su figura y su contorneo dirigiéndose a mi
cocina-
Luego
regresa con su taza de café y unas tostadas.
-Gorda...
–Dice con sus ojos como platos y me hace asustar- Tengo algo para ti que olvidé
entregarte! –Dijo cogiendo su bolso-
Le doy pausa
al reproductor, porque veo que mi momento series, va a ser interrumpido. Y veo
que saca un regalo y sonríe.
-Es para mí
gorda? –Dije sorprendida-
-Si boba, es
para ti, ábrelo a ver si te gusta –Dice mientras come una tostada-
-Cariño...
–Dije tapándome la cara como el monito del was- Pero si son unas púas de
marcas!!! –Dije súper alegre-
-Si gorda,
para ti. Las hice traer desde Londres para ti... –Dijo acercándose más a mí y abrazándome-
-Malú...Te
voy a comer la cara a besos!!! –Dije dejándole besos por toda la cara-
- Mientras tanto en la casa de José de Lucía...
-Dónde está
la caja de púas que tengo? –Dijo pensativo- Podría jurar que las dejé ayer aquí
en mi salón –Dijo hablando solo- No... –Dijo reaccionando- Seguro me las
robó... Que hija de su madre que es... –Suelta indignado hablando solo-
- Mientras tanto en la casa de la malagueña...
Narra Malú
Gran parte
de la mañana, me tuve que ver varios capítulos de Águila Roja, solo para contentar a mí
Vane.
-Qué
producción la verdad! –Dice emocionada- Y el esfuerzo por conseguir la
vestimenta y tal de la época...
-Sí, la
verdad... –Dije con la boca llena y algo desanimada-
-Pero oye el
guión también es impecable, Inma ya nos contaba a Ana y a mí, lo bien hecho que
está todo.
-Gorda...
Qué hacemos hoy? –Pregunté como para cambiar de tema-
-Cariño no
me quieres acompañar hoy a un sitio? –Dijo sonriente-
-Adónde
cariño? –Dije sorprendida. Al fin me dejo de hablar de esta serie-
-Inma hace
una reunión en su casa, adonde irá Ana también y otra amiga de ellas. Me
gustaría que me acompañes. Qué dices?
La verdad,
me apetece ir solo porque sé que habrá otra tía que no conozco y mi radar me
dice peligro. Aparte durante la tarde noche tengo libre.
-Vale gorda,
voy contigo! –Dije sin más-
- Mientras tanto en la casa de Inma, estaba junto a su amiga hermana, como le dice ella, María de León. Compartiendo un buen vino en su salón...
-Así que por
la noche tienes una pequeña reunión, eh? –Suelta María, sonriendo-
-Sí, viene
Vane con Ana y una amiga más que invité –Dice Inma, acariciando a Rumba que la
tenía sobre sus muslos-
-Oye y...
Cómo vas con eso? –Dice María, levantando las cejas-
-Sobreviviendo,
supongo... Hace varios días que no veo a Vane, y si bien hablamos por whatsApp
pero... Trato de evitar hablarle por ahí –Dice bajando su mirada-
-Amiga...
–Suelta apenada, María- Has salido adelante de una relación bastante difícil, y
ahora vienes a pillarte justo con una amiga...
-Ya... Es
más le dije a Vane que si quería podía venir con su... Malú –Dijo mirando a los
ojos a su amiga-
-A ti te
gusta auto flagelarte, no? –Suelta María, bebiendo un poco de vino-
-No es eso.
Solo que trato de ser realista y aceptar que las cosas no son como quiero, y
creo que viendo esa realidad así de cerca, en cierto punto... Me ayudará a
quitarme esto que siento... –Suspira- Ya... No sé qué hacer amiga.
-Tranquila,
ven! –Suelta María, abrazando a su amiga- El amor no se elige, solo se da. Y tú
no elegiste... como decirlo? –Dice pensativa-
- Enamorarte de tu mejor amiga. xD...
-Claro eso!
Gracias, tercera narradora –Suelta María, guiñándole el ojo a la narradora-
-Sí, pero
aún asi. No dejo de sentirme culpable. Porque Vane confía en mí, pero como
amiga. No tiene idea de cómo la observo cada vez que se descuida, de cómo la
sueño y la deseo conmigo, de cómo atesoro sus pequeños detalles y esos momentos
de risas que pasamos juntas... –Dijo mientras miraba la remera que traía puesta-
-Espera...
–Suelta María, reaccionando- Esa remera es de ella?
-Sí, y
tampoco tiene idea que la tomé prestada de su casa... –Dice Inma entre risas-
-Oye tú no
tienes remedio a estas alturas! –Dice María entre risas- No deberías haber
invitado a Malú, entonces.
-Porque? No
tiene nada de malo. Aparte así ella no la celará tanto, como según me contó Vane.
-Cariño mío
–Suelta María, tomándola de sus hombros- Una mujer se da cuenta, cuando otra
mujer está interesada en su pareja. Invitarla sería un riesgo a que se dé
cuenta que tu estas hasta las trancas con su chica. Acaso no has pensado eso?
-Vamos
mujer, hemos coincidido en varios encuentros con otras amistades y nunca sospecho
nada de nada. Se lleva bien conmigo, solo cela el hecho de que Vane sea de
salir mucho, nada más.
-Eres boba!
Una cosa es que coincidan en una reunión de muchas personas. Otra muy diferente
es que solo estén vosotras. Escucha, procura controlarte esta noche, vale?
–Inma asienta con la cabeza algo afligida- No mires demás a Vane, aunque
quieras, no digas nada que se pueda malinterpretar. Porque Malú estará muy
atenta a cualquier movimiento ya sea tuyo o de tu amiga, ya que a Ana la conoce
muy bien y sabe que es casi como familia de su chica.
- Y las horas pasaron y la noche llegó, Inma era la anfitriona y como su amiga no podría ir, a última hora improviso y decidió invitar a su siamesa María, xD.
Narra Vane
Estoy
esperando a mi chica, porque ella decidió pasar por mí. Me sorprendió que me
dijera que quería acompañarme, últimamente siento cierto recelo que tiene para
con mis amigas, excepto con Ana. Siento la bocina de su coche, beso a mi niño
Pongo, que descansa en el sofá, agarré mi bolso y salgo. Una vez en el auto...
-Gorda, que
bonita estas! –Suelta mi chica, robándome un beso-
-No tanto
como tú cariño –Dije sonriendo al ver que llevaba, bajo su abrigo, una blusa,
que yo le regalé y un jeans azúl que moldeaba su figura-
-Me vine
sencilla gorda, porque sé que te gusto así –Dijo arrancando el auto-
-Gorda, tú
me gustas siempre, sobre todo cuando amaneces junto a mí –Dije acariciando su
mejilla y ella se sonrojó-
-Cariño te
como la cara –Dijo de reojo, porque estaba manejando- Por cierto dime dónde
era, que no recuerdo la dirección –Dijo tocando mi pierna- Perdón, quise tocar
la palanca de cambio gorda –Dijo haciendo una risa rara-
-Gorda, se
paciente y espera a después de la cena –Dije entre risas-
Se ríe y
coloca música. Lentos románticos era su aleatorio, una mezcla de boleros y
canciones románticas, nos acompañaron todo el trayecto hasta llegar a Inma. Una
vez allí...
-Pasen
chicas! –Suelta Inma invitándonos a su salón- Tomen asiento, sientan que están como
en su casa
La
saludamos, y a mi sorpresa estaba María junto con ella, que también hacía
tiempo que no la veía y a los minutos llega Ana.
Narra Malú
La cena
estuvo muy rica y el postre una maravilla. Con Ana reíamos de sus anécdotas, y
en un momento...
-Voy a
recoger los platos –Suelta Inma-
-Venga te
ayudo –Dice mi chica y la acompaña a la cocina-
-Tía,
recuerdas cuando fueron con Vane a Londres, y me trajeron de regalo una
manta que tenía los colores de la bandera de allí...
Dijo eso y
recordé nuestro primer viaje con Vane, en realidad viajamos a Londres y de allí
continuamos por Italia, visitamos Florencia, Roma y Venecia. Pero en Londres vivimos algo que jamás imaginé hacerlo en algún momento...
- En Londres, en el invierno del 2011...
Nadie nos
conocía allí y andábamos con libertad tomadas de la mano, caminando por las
calles empedradas, riéndonos, viendo la gente pasar. Recuerdo que en Londres,
caminamos cerca del río Támesis y...
-Gorda, te
quiero! –Dijo tomándome de la cintura y rozando su nariz con la mía-
-Gorda tu
nariz está helada como la mía –Dije sonriendo y besándola-
La besé sin
miedo, sintiendo como cada parte de mi era feliz con ella, en un sitio lejos de
todos. Nunca en mi vida había sentido tal seguridad.
-Gorda, ven!
–Le dije, tomando de su mano-
Estábamos
cerca de uno de esos callejones estrechos que hay en varias calles de Londres, hacía frío, ya estaba oscureciendo, había poca gente en la calle.
La llevé allí y
la besé con locura, con ganas, sin frenos. Éramos dos adolescentes con las
hormonas alborotadas y con la piel en llamas. Metí mi mano en su pantalón y
ella hizo exactamente lo mismo, e hicimos el amor allí mismo. Rabiosas de
deseo, de vivir cada instante como si fuera el último. La noche no tardaba en
caer y la niebla tampoco, pero allí estábamos las dos, viviendo nuestro verano
en pleno invierno, tocando juntas a la vez, el cielo con las manos, alimentando
a nuestro instinto una vez más.
-Te quiero.
–Dijimos las dos al unísono, sonreímos y nos besamos-
De pronto
sentimos un ruido, al parecer eran como pasos. Nos miramos, ella se prendió los
botones y se subió la cremallera de su pantalón y yo hice lo mismo y decidimos
salir de allí. Fue un día increíble, en una ciudad de ensueño, pero que junto a
ella era mágico.
-Tía, me
estas escuchando? –Dice Ana tirándome una servilleta a la cara-
-Disculpa,
que me decías? –Dije volviendo a la tierra-
- Mientras tanto en la cocina... (carita perver del was, xD)
Narra Vane
Estos días,
a decir verdad, la noté diferente a Inma.
-Amiga
estaba muy rica la comida y gracias por invitar a Malú también –Dije para
romper el silencio, mientras ella colocaba los platos en el fregadero-
-De nada
Vane! –Dice regalándome una sonrisa y volviendo la vista a los platos-
-Por cierto...
–Dije dudosa- Te sucede algo conmigo? –Solté sin más y ella me miró-
-No, que
va... –Dijo haciendo un gesto con sus manos- Porque preguntas eso? –Dijo
apoyándose en la encimera-
-Pues no
sé... –Dije mirando a un costado- Te noto un poco distante, como rara, quizás
no sea nada y yo me imagino cosas –Dije entre risas. Ella me miraba fijo y me
ponía nerviosa, no sé porque-
-No es nada
de verdad. Solo que con mi trabajo últimamente no pillo tiempo para nada –Dice
entre risas y toca mi hombro- Aparte si sucediera algo, te lo diría, asi que
tranquila malagueña mía! –Dice abrazándome-
Me
sorprendió, me dijo “malagueña” nunca sabe decirme asi. Pero me alivian sus
palabras.
-Vane!
–Suelta Ana irrumpiendo y yo casi salgo corriendo del susto-
Me alejo
rápidamente de Inma, porque también venía mi chica detrás de Ana...
-Si, mi niña?
–Dije algo nerviosa, al ver que Malú, tenía una de sus cejas levantadas, cosa
que hace cuando algo le llama la atención-
Ana se pone
hablar de no sé qué, y yo estaba intranquila. Vamos nuevamente al salón y María
recibe una llamada de su novio y decide retirarse. Estábamos sentadas en un
sofá mi chica y yo, y en el del frente Ana e Inma. Hablábamos de todo un poco y
mi chica empezaba a bromear, eso significa que su humor está igual que antes.
Respiro con tranquilidad ante eso.
-Sabes una
cosa? –Dice mi chica con la copa en la mano- A mi Vane, suelo vacilarla con Ana
–Dice mi chica a Inma-
-Ah sí? Con
que? –Suelta incrédula y sonriente, Inma-
-Cada vez
que estamos juntas, Ana siempre llama a su móvil –Ana se ríe ante esa anécdota-
Y le digo a Vane, oye atiende el móvil que es tu pareja del trabajo! –Dice
entre risas mi chica-
-Ya... –Dice
Ana- Solo soy su amiga y manager, y bueno siempre le estoy manteniendo al tanto
de cosas que me avisan y tal de su disco y eso... Aunque bueno a veces también
es para molestarla, pero parece que lo hiciera a propósito, pero no es asi –Dice
excusándose-
-No sé yo,
eh? –Dije dudando- Creo que lo haces a propósito, cada vez que estoy con mi
chica tu llamada entra al móvil –Dije entre risas-
Narra Malú
Inma me
desconcierta, nunca antes había notado su forma de mirar a mi Vane. Su mirada
no es de amistad, eso claro está. Intenta disimular pero a mí no me engaña.
Pero me desconcierta que me haya invitado. Qué ganaría con demostrarme
abiertamente que está babeando por mi chica? Acaso será una amenaza? No, no
creo. Inma no es asi, tiene una forma de ser muy tranquila, de paz. Pero la he
pillado en varias ocasiones observando a mi Vane, cada vez que se descuidaba. Y
no me gusta nada, nada.
-Quieres más
vino? –Dijo directa, como si adivinase que estaba analizándola-
-No gracias
cariño –Dije sonriente- Está muy rico ese vino pero no, porque vengo conduciendo y... –Dije mirando a
mi chica, levantando mis cejas-
-Sí, gorda,
mejor no bebas que me tienes que llevar. –Dijo mi chica abrazándome y noté como
Inma trago saliva-
-Ay las
enamoradas! –Suelta Ana entre risas, vacilándonos-
-Se ven tan
monas juntas! –Suelta sonriendo, Inma-
Ostras, como
me desconcierta esto. Juro que no comprendo el sentido de esta cena y de que me
invite a mí para ver esto. Pero creo entender algo, este tiempo Vane me contó
que hacía días que no veía a Inma, es más que hasta sus was no respondía a
veces. Y hoy podría haber citado a solas a Vane, y sin embargo le dijo que podría
venir conmigo. A menos que se esté negando estar interesada en mi chica. Aún
así, esto a mi no me gusta nada.
Decidimos
irnos con mi chica y una vez en el auto...
-Que hermosa
noche pasamos gorda –Dijo mi chica colocándose el cinturón de seguridad-
-Sí, la
pasamos genial cariño –Dije encendiendo el estéreo-
Narra Vane
Y este
cambio? Ahora solo sonaba puro heavy metal... Creo que algo la inquieta, pero
prefiero no saber. Hoy pasamos la noche en su casa, solo quiero tranquilidad,
asi que no le haré ninguna pregunta al respecto. Aunque quizás le molestó el
abrazo que le di a Inma en la cocina, pero no creo sabe que soy de dar
demostraciones de afectos a mis amistades. Ella se lo pasa abrazando a Melendi y Pablo cada vez que los ve y yo nunca le reprocho nada al respecto. Llegamos
a su casa, las bichas nos vienen a encontrar, tomo asiento en el sofá junto a
Chanelo que empezaba a ronronear ante mis caricias.
-Cariño te
llevo agua? –Grita desde la cocina mi chica-
-Sí, gorda!
–Dije desde mi sitio-
La veo venir
desde la cocina, descalza, con dos vasos con agua.
-Me duelen los pies, que no imaginas. –Dice acomodándose en el sofá, entregándome el vaso-
Bebo un
sorbo y dejo el vaso en la mesa de al lado, y la abrazo mientras ella hacía fondo blanco al vaso
-Vaya que
tenías sed, eh? –Dije entre risas-
-Si –Dice
entre risas- Es que la calefacción me da un poco de calor –Dice sonriendo-
Solo sonrío
y la miro, mientras acaricio su pelo. Ella se inquieta y rompe el silencio...
-En qué piensas gorda? –Dice haciendo gestos graciosos con su cara-
-Pienso
en... –Dije mirando el techo- Recuerdas nuestro viaje a Italia? –Dije
mirándola-
-Pfff, como
olvidarlo gorda? Si lo pasamos tan a gustito... –Dice con una sonrisa picarona-
- En Italia, en invierno del 2011...
Recuerdo que
luego de Londres, elegimos como destino recorrer Italia. Estuvimos en Florencia
y en Roma, pero en un paseo en Venecia, vivimos un momento que se quedará por
siempre en mí. Fuimos a un restaurante muy bonito, ella vestía elegante, lucía
un vestido de Louis Vuitton para mí, con un escote y una cremallera en la
espalda. Era un restó bastante lujoso, teníamos un sector apartado solo para
nosotras, y a la luz de las velas nuestras charlas eran increíbles, acompañadas con la música de fondo de "Víveme" de Laura Pausini; ver sus
ojos con ese brillo, ver su sonrisa dibujada en su cara, escuchar el sonido de
su voz, de su risa que es algo que alimenta mi esencia. Joder, que hermosa que
es la mujer que amo. En este viaje me regaló la libertad y todo su tiempo,
luego de esa cena caminamos, rumbo a la casa que alquilamos, cogidas de la
mano y luego abrazadas.
Éramos dos adolescentes viviendo una historia de amor, en esta noche de Venecia.
Llegamos y mientras dejaba el bolso sobre la mesa, en el salón, me acerqué por
detrás y la tomé de la cintura, y besé su mejilla, ella se dió la vuelta y me
besó en los labios. Metió sus manos debajo de mi blusa, alborotando todos mis
sentidos, y mis manos no tardaron en bajar la cremallera de su espalda y
despertar la fiera de su instinto. Recuerdo que hicimos el amor como locas en
cada esquina de la casa. Esa noche no dormimos, sólo nos amamos una y otra vez...
-Gorda, te quiero!
–Me dijo de cerquita, seguido de un beso-
-Te quiero
cariño! –Dije sonriendo y viendo esos ojos que me nublan la razón-
Terminamos en el suelo del salón, estábamos
sobre la alfombra, al costado de la chimenea. Apenas cubriendo nuestros cuerpos
con una sábana, ella apoyando su cabeza en mi pecho y así nos entregamos al
sueño, rendidas ante el cansancio. Recuerdo que podía ver el reflejo del sol asomándose
por la ventana, antes de cerrar mis ojos.
Y un cojín
impactando en mi cara me trae a la realidad.
-Gorda, en
qué piensas, que me ignoras? –Dice mi chica afligida-
-Pensaba en
nuestro viaje a Italia, gorda –Dije besándola-
- Por otro rincón de Madrid...
-Tengo un
plan que podría funcionar –Dice Camren tras línea-
-Enserio? –Dice
Rosa con ironía- Espero que sea eficaz y no como la del cepillo de dientes que
no salió nada bien
-Pero qué
manera es esa de tratar a tu fiel asistente? –Dice Camren, comiendo un donuts-
Escucha –Dice con la boca llena- Podríamos organizar algo para romper los últimos
días que tendrán de encuentro, eso las fastidiará a ambas, por ejemplo había pensado
en organizar una reunión, con respecto al sector de ventas y tal del disco, como
reunión informativa, ya sabes, donde si o si deba asistir Malú.
-Vaya que
sabes pensar, eh? –Suelta Rosa- Bueno déjame pensar y voy a hablar con algunas
firmas y eso también para organizar reuniones de ese tipo en estos días.
-Mira que
tenemos tiempo aún, no organices todas las reuniones seguidas que Malú no irá,
ya sabemos cómo es –Dice tras línea Camren-
-Si lo sé. –Responde
Rosa- Por cierto, la que manda aquí soy yo, eh? que no se te olvide –Suelta cortando-
-Hola? Rosa?
–Dijo Camren hablando sola al móvil- Encima que le doy ideas productivas, se
enoja... Ojala a su edad no sea tan borde –Dice dándole un bocado al donuts-
- En Majadahonda...
Narra Malú
Mi chica se
adelanta a ir a mi habitación, y yo me quedo un rato más sacando la basura y
acomodando unas cosas. Y cuando ingreso al salón, veo el móvil de mi chica
sobre la mesa. No pude con mi lado curioso y lo revisé. Madre mía su agenda es
pura mujeres, se salvan mi hermano, Manu Carrasco, Dalma, Melen y los de su
banda y hermanos, pero el resto... En fin revisé su was, y veo la última conversación
que tuvo con Inma. No usa iconos y eso, eso quiere decir que... En realidad eso
no quiere decir nada, pero es que me llama la atención. Como os decía, sigo
revisando y no hay nada extraño en sus conversaciones. Luego veo otra conversación
con Pili donde decía mi chica: “no quiero perderla, la última vez la traté tan
mal, me sentí una completa gilipollas. Pero quiero que no me cele tanto con mis
amistades, porque eso provoca mi enojo.”...
-Joe... –Dije
suspirando, mirando a Danka roncar en el sofá-
Dejé el móvil
y me fui a mi habitación. Me cambié, me puse el pijama y me metí en la cama. Ella
estaba despierta, leyendo un libro. No quería decirle nada referido a lo que había
visto sobre Inma, pero es que y que tal si ella no se dio cuenta, y eso Inma lo
toma a su favor?
-Gorda...
Puedo decirte algo? –Dije dudosa, con mi móvil en la mano-
-Si dime
cariño –Dijo mirándome-
-Qué tal la
notaste hoy a Inma? –Dije sin más-
Se puso
nerviosa ante mi pregunta, y pestañeó dos veces seguidas.
-Pues...
Bien, normal como siempre. –Dijo esquivando mi mirada, mirando el libro.-
Porque me preguntas eso? –Dijo volviendo su vista hacia a mi-
-Como hace días
atrás me habías dicho que la notabas algo extraña... –Dije tomando de su mano-
-Bueno... Sí,
pero es que andaba con sus ocupaciones y tal, eso me dijo. Pero todo está muy
bien –Dijo sonriendo-
-Sabes que
he notado? –Dije suave, ella me mira y niega con la cabeza- Que Inma te quiere.
–Dije sin rodeos-
-Gorda, como
no me va a querer? Somos amigas, sentimos un gran aprecio... –La interrumpo-
-No de esa
manera... –Dije-
-De qué hablas Malú? –Dice frunciendo el ceño-
-Mira
cariño, tú te descuidas un instante y su mirada cambia radicalmente. Que lo vi
hoy en todo ese rato que estuvimos en su casa. –Dije seria pero tranquila-
-Sabes que
creo? –Dijo sonriendo- Que el vino te hizo ver cosas que no son. –Dijo besándome-
-Gorda...
No... –Dije como pude ante sus besos-
-Ya gorda...
No hablemos de eso, vale? –Dice sonriendo, acariciando mi rostro y volviendo a besarme-
-Sabes que,
señorita Martin? –Dije en sus labios, sonriendo-
-Qué sucede
señorita Sánchez? –Dijo sonriendo con su mano en mi cintura-
-Confieso que sus besos siempre terminan ganándole
la guerra a mi razón –Dije besándola-
Y así
pasamos una hermosa y cálida noche juntas, confiando en lo nuestro y sintiéndome
segura en sus brazos. Exprimiendo el presente y dejando paso a que lo incierto
nos sorprenda en el futuro.
Continuará...
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He de decir muchísimas gracias a una personita genial que aportó la maravillosa idea del título para el capi de hoy!!! Y también decir que este capítulo fue inspirado en uno de los poemas, "Condenadamente Tuya". Sin más que agregar, muchísimas gracias por pasar a leer ficción!!!
Segui!!! Genial!!
ResponderEliminarAunque debo admitir que ya me da cosita que Inma empiece a aparecer mas, jajaja. Pero bueno, estoy enganchada! Segui!!
ResponderEliminarGracias!!! jajaja pero Inma no es peligrosa en esta novela te diré... Pronto viene el siguiente!!! ^^
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